miércoles, 29 de julio de 2009

This is the end

CRÓNICA DEL ÚLTIMO FIN DE SEMANA:


Bueno, última entrada del blog Jota: Un mes en San Francisco. Obviamente, es porque ese mes ya ha pasado y estoy de vuelta por Madrid. Pero bueno, últimos 2 días, vuelo, y The Very Best Of.

Como adelantaba en la anterior entrada en el blog (LINK), el viernes se dedicó al último día de escuela – entrega de los diplomas inclusive -, picnic en Dolores Park (con grandes vistas sobre la ciudad), entrega de regalos de amigo invisible, jugar al frisbee (aunque versión darse-de-leches, por aquello de hacerlo entretenido), y vuelta a la escuela para despedirse del staff de la escuela. Tras esto, una vueltecita por el centro, con grandes vistas de la calle Powell (desde Bush St.), un par de galerías visitadas, y de vuelta a casa para la muy anunciada cena consistente en pizza para despedirme. Pues bien, después de una semana repitiéndome hasta la saciedad ‘Don’t forget pizza on Friday. Don’t be late’, llego a la casa esperando algo para la cena… y sí, pizza había. Lo que no había era gente. Así que cena de despedida consistente en pizza, un vaso de vino (muy chungo, por cierto), y nada de compañía. En fin, las cosas pasan.



Llegada la noche – bueno, las 20:30 – quedé con Mr. Noah para nuestra última fiesta, por lo que nada más llegar nos metimos en un bar de la calle 24 para tomar la primera (y que Noah se cenase su macro-burrito) en un bar conocido. De ahí, con su mega-bici (ver foto en el FB, por favor) a cuestas fuimos en dirección a un bar, pero nos quedaos en el camino en el Nap’s 3, bar de… karaoke! Y bueno, él cantó a solas September, temazo ochentero donde los haya, y fue un éxito: la gente del bar diciendo que genial, gente por ahí felicitando. Yo alucinando pepinillos. Pero como todo pasa, pues nos marcamos un dueto: Devuélveme a mi chica, de Hombres G. Como creo que he dicho, Noah habla castellano tras una estancia en Chile y Argentina, pero claro, en el karaoke, como si me pongo yo a cantar en inglés… Que en general más menos lo que es, pero como nos pongamos a intentar decir todo lo que dicen flipamos. Ahí sí que nadie nos felicitó ni dijo nada sobre nuestra gran actuación. Al menos que nos enterásemos.

De ahí – poco después de la canción, para evitar venganzas – marchamos al Knock Out, donde había varios conciertos, enmarcados dentro del 13th Mission Creek Music and Arts Festival, y alguna amiga de Noah. En la puerta dos chicas sobre-excitadas nos dijeron que iba a tocar un holandés que habían visto el año anterior nosedonde, y que molaba. Entramos, pedimos unas cervezas, estabamos hablando… y empezó Harry Merry, el holandés. Dios, que horror. Pero no os podéis imaginar QUÉ HORROR. Sólo hace falta mirar una foto – iba vestido igual el otro día - para deducir que no está del todo bien de la cabeza… Afortunadamente apareció una amiga de Noha que trabaja para ese festival, y nos fuimos a otro sitio, justo al lado, para ver otro concierto. El sitio es El Río, y el grupo que vimos es Hunx And His Punk. The Ramones en gayer, y bastante bien, la verdad, aunque otra vez donde el micro principal estaba bajito y se oía al cantante con dificultad. Bueno, oírse se le oía, pero entender algo … Vuelta al Knock Out, y tuvimos la suerte de ver a Hard Place. Aunque en el Myspace no suenen del todo bien, decir que en directo han sido lo mejor que he visto en SF. Les pasa lo contrario a Tempo No Tempo, que en el vídeo del Youtube sonaban mucho mejor que en el directo que presencié

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Y bueno, el sábado fue el último día efectivo para disfrutar de San Francisco. A las 11, como era habitual, quedé con la chavalada – sí, los que no tenían familia o no les hacían caso – y nos fuimos a dar una vuelta. Como era normal en esas fechas, todos menos una se fueron a Westfield para hacer compras, y la disidente y yo nos fuimos a ver la Galería Xanadu – mencionada anteriormente, la del edificio de Frank Lloyd Wright. Yo luego había quedado para comer con Nelly y Frank, dos monitores franceses (que no se si habré hablado de ellos, pero con los que sí que me había ya ido a tomar unas cervezas con cada uno, por separado), así que pillé la máquina infernal hasta el Pier 39. Aunque Frank al final fue baja por compromisos ‘extra-deportivos’, Nelly y yo nos fuimos a la Boudin Bakery a comer un Clam Chowder (sopa de almejas) en un bol de pan ‘francés’. Y francamente, está buenísimo. Tras ese manjar al sol, nos fuimos caminando hasta el Café Vesuvio – también previamente mencionado – para tomarnos un cafelito en un sitio que merece la pena. Y el sitio, francamente, merece MUCHO la pena (aunque el café no tanto, para que engañarnos).



Tras esto y un pequeño problema con una ‘host mother’ empanada de la vida me reencontré con Mr. Noha, que me llevó a otro de esos sitios a los que hay que ir: Oakland. Después de lo contado por Bobby después de su visita en marzo, no sabía que esperar, pero la verdad es que bastante mejor que lo esperado. Lo primero fue ayudar a Noah con su mudanza – 5 minutos y estaba acabada –, y ya empezó la visita. Fuimos por diferentes barrios, desde los chungos – donde en los 80 las guerras del crack dejaron bastantes muertos – hasta otros donde hay galerías de arte y todos los modernillos-gafaplastas se están mudando (porque es más barato que SF, y hay grandes espacios para poder abrir galerías grandes y demás historias), hay bares de tapas, hay familias (blancas) de clase media, etc. Y bueno, el centro sorprende porque hay algunos edificios art-decó bastante bastante molones. Y nada, un ratejo de excursión y vuelta a San Francisco, atasco en el Bay Bridge mediante. Por cierto, La Nube desde el puente es espectacular, y más al atardecer.


Tras llegar a la casa y hacer la visita de 20 minutos para cenar y salir, me fui para quedar de nuevo con Frank y Nelly – esta vez la plantilla estaba completa – para volver al Zeigeist, gran bar en la esquina de Valencia y la 13th. Había estado con Nelly allí antes, y creo que no lo puse en el blog porque se me piró, pero es un bar rollo rock/jevi/moteros con un patio enorme – lo cual implica que se puede fumar – y un catálogo enorme de cervezas. Aunque nos terminamos ciñendo a las Guiness ambas veces, que le vamos a hacer… Y nada, unas pintas y para casa.


El domingo, poco que contar, en lo que SF se refiere: hacer la maleta, intentar fichar un defensa para el Hattrick, pelearme con la maleta, figurar como meter todo en la maleta, conseguir cerrar la maleta, volverla a abrir al grito de ‘cawenlaleche-se-me-ha-olvidado-meter-XXXX’ (ponga aquí lo que crea conveniente), volverla a cerrar, , intentar fichar un defensa para el Hattrick, repetir la operación de la maleta unas 4 veces, hacer el vídeo de la casa (que estará próximamente en sus pantallas), comer algo, charlar con los compañeros que estaban por ahí, y finalmente, marchar al aeropuerto. Todos puntuales, yo el único con sobrepeso (a saber de donde salieron los 12 kilos – mas lo de la mochila – de diferencia con el viaje de ida), pa’dentro y en marcha.


Subimos al avión, nos repartimos los asientos, negociamos para algún cambio con algún paisano que pasaba por ahí, y ahí pasaron dos cosas. Lo normal fue lo mío: había cambiado el sitio al de al lado para que sentase con su mujer (estaba yo en el medio, y cambié por pasillo), y el asiento descubrí que estaba roto. Se lo notifiqué a una azafata, vino con otro azafato, me dijeron que vendría ‘un ingeniero para arreglarlo’, y al final dijo ‘bueno, si viene el ingeniero saldremos tarde, así que te cambiamos de sitio’. Cruzando los dedos, el de al lado mirando y pensando ‘si te toca primera te mato’, yo ‘porfavorquemecambienaprimera’, y me cambiaron… un poco más atrás, cerca de casi todos los chavales del grupo y de un grupo de 30-35 animales (talla adolescente) españoles que no pararon de hablar y hacerse fotos las 10 horas. Las 10 horas hasta Londres,… ¡¡¡y las 2 y media hasta Madrid, que también vinieron en el mismo avión!!! Lo segundo no es lo más normal: una del grupo estaba entre dos que hablaban un idioma indescriptible, que resulto ser napolitano. Comentario en italiano de ‘¿Qué? ¿De turismo?’ y respuesta en tono funerario de ‘Sí, turismo’. Se levanta uno, y el otro se saca un fajo de unos 4 cms… de billetes de 100 dólares. No se cuanto sería, pero un ratejo de dólares lo poco. Y el chaval nos miró con cara de querer matarnos. Me fui a mi sitio, despegamos, comentarios en la cola del avión de ‘esos son camorristas’, vuelta a asientos, y al rato la chica viene diciendo que estos se habían sacado otro fajazo similar (quizá el mismo, tampoco llevaban más numeración), que la habían ofrecido comprarla un perfume ‘por ser simpáticos’, y se dedicaron a comprarse media revista del avión. En fin, que cosas que pasan, pero muy normal no me parece, la verdad (como era natural, la chica no aceptó el perfume, y de hecho se pasó más de medio vuelo en la cola del avión).


Llegada a Londres, cambio de terminal, despedida de nuestra representante catalana, y al otro avión. 3 horas después (30 minutos de retraso), llegamos a Madriz y a sus 35 grados (según el coche). Maletas, carritos, las familias esperando, recepción oficial, besos, abrazos, despedidas, besos y abrazos, y cada uno a su casa. Bueno, yo el único que a su casa, porque el resto tenían carretera por delante…

Y bueno, más menos la experiencia de San Francisco fue como la he contado en este blog. Obviamente, hay cosas que siempre se omiten/olvidan - más olvidar que omitir, o deseos de no aburrir en exceso al gran número de seguidores – pero eso siempre pasa. Espero que no haya resultado denso, pesado y muy coñazo (sólo lo justo de cada), y que si alguien desconocido ha pasado por aquí buscando algo sobre San Francisco (que ya lo dudo) le haya podido ayudar en algo.


En fin, ahora les dejo con The Very Best Of San Francisco y un vídeo de regalo.


¡Hasta el próximo blog! O mejor: ¡Nos vemos en los bares!



THE VERY BEST OF SAN FRANCISCO


Mejores sitios para comer: Dentro de lo muy poco que he podido ver, la Boudin Bakery (en Fisherman’s Wharf. Para la sopa de almejas. Ver entrada más arriba) y L’Osteria del Forno (519 Columbus Ave. Para pizzas, sobre todo para llevar a Washington Sq. en un día soleado. Vamos, lo que hicimos)

Mejor sitio para café: Caffè Bianco (39 Sutter St.) Más menos dos cafés al día entre semana ha sido mi media. Café bueno, y gente maja.

Mejores librerías: teniendo en cuenta que SF es la ciudad con mayor porcentaje de compra de libros per capita en EEUU, es normal deducir que no pudiese visitar tantísimas librerías. Pero algunas sí. City Lights (261 Columbus Ave.) y The Booksmith (1644 Haight St.). Para segunda mano – aunque tiene también nuevos –, Moe’s Books, en Berkeley (2476 Telegraph Ave.).

Mejor barrio: El que más me gustó fue el de Haight-Ashbury. Hay de todo, destacando tiendas chulas, librerías molonas, cafeterías para pasar el rato, sitios de comer, tiendas de discos, muchos graffiti, cerca del Golden Gate Park, y tiene algo de historia.

Mejor sitio inesperado: Sutro Baths. Nadie habla de eso, pero está bastante chulo.

Mejores vistas de la ciudad: Twin Peaks. Muy buenas vistas, desde el punto más alto de la ciudad, aunque faltó subir de noche. Y el skyline desde el ferry a Sausalito merece la pena.

Lo más decepcionante: Fisherman’s Wharf (AKA ‘Centro de Internamiento de Turistas Sin Criterio Danos Todo Tu Dinero’).

Mejor graffiti / mural callejero: en una ciudad donde se cuidan los graffiti y los murales en la calle, y los hay por doquier, es difícil decisión… Creo que el Clarion Alley gana, por calidad e intensidad. Aunque algunos de los graffiti de Lower Haight como este o este merecen muchísimo la pena.

Mejores vistas del Golden Gate Bridge: lo normal es decir Crissy Fields, pero el ver levantarse la niebla progresivamente hasta que se quedó totalmente claro desde Lincoln Park, gana.

Mejor bar: Zeigeist (ver más arriba en esta entrada). Buen ambiente, patio amplio con muchas mesas, barbacoa, se puede fumar, gran catálogo de cervezas.

Lo más inesperado en un bar: en el bar de las motos - Eddie Rickenbacker's -, el dueño vive/duerme en un sofá. Se puede ver en el blog Fortmorigny, de Frank. El de la foto de la derecha soy yo con una pinta de Guiness.

Mejor concierto: Hard Place. Ver entrada más arriba.

Mejor frase: ‘Si pones azúcar al sol… ¿se pone moreno?’ / ‘You are already beautiful yet’ / ‘Mu bonico. Poco jabón, pero mu bonico’. Este queda sujeto a la democracia popular.

Mejor tienda: 826 Valencia. No podía esperar un lugar así.

Mejor tienda de discos: sólo fui a una, así que gana – Rasputin. Amplia sección de segunda mano, catálogo bastante variado, vinilos, etc.Y en el centro, que siempre ayuda.


BLOGS ‘HERMANADOS’ – Dos blogs de gente que he conocido allí.

Frank: http://fontmorigny.over-blog.com/.

Engineer’s Daughter: http://engineersdaughter.typepad.com/engineers_daughter/. Y sí, pregunté si se había planteado ir a un psicoanalista. Y estaba yendo.



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