De como no encontrar el Golden Gate

Bueno, toca una entrada en condiciones, ahora queya he conseguido que el ordenador tire y estas cosas. Así que nada, ahí vamos con el recuento, para quien tenga la fuerza de voluntad de leerlo:

El vuelo eso, como dije en la anterior entrada: MUY largo, pero con vistas impresionantes de Islandia y Canadá - de Groelandia no, porque de repente me dormí como un niño chico, y cuando me desperté lo habíamos ya cruzado). Y nada, con un coro de católicos - con su pareja de curas incluidos - así que mucha gente con las mismas camisetas, mucha señora mayor leyendo libros rarunos, etc. Y bueno, desde aquí lo digo: los de BA son unos cabrones!!!!! El año pasado comí mucho y bastante decente yendo a Boston, y este año llegué con mucha hambre. La crisis, que no dijo un azafato...

El norte de Canadá desde el avión. Daba frío sólo de mirarlo

Y nada, llegada, pérdida de una maleta, y a casa de los señores filipinos. El plano de la casa es creo que imposible de reproducir, aunque diría que la base es rectangular. Es grandecita, en mi habitación hace una humedad bastante bestia, los señores majetes - la señora en especial muy animosa -, pero vamos, que Mr. Rawlins allá por Cambridge mejor... En la casa ahora hay un japonés - Kazu, de Kyoto, 22 años - muy majete y con ánimos de aprender, así que habla a ratos conmigo tal y como yo hice con Liam en Essex; un chino - no me acuerdo de su nombre, 20 años, de Hong Kong - con el que hoy he intentado hablar un poco del tema universal: el fútbol (es del Man U, por el que tenga curiosidad); y una filipina que me crucé el otro día pero con la que no he hablado más que las preceptivas presentaciones. Así que nada, estoy a media hora del centro, pero como aún me estoy acostumbrando a los horarios, al clima y al catarro, suelo llegar prontito a casa pero demasiado cansado como para salir de nuevo. Los horarios... a las 6:30 de la mañana que me levanto, cawentó!!!! A las 8 tienen que estar los chavales en clase, así que entre ducha, desayuno, metro y llegar 10 minutos antes (que para eso soy responsable), jodido voy... Pero aguantaré, aguantaré. Lo raro es que me haya despertado bien hasta ahora...

La escuela está en el centro, en un edificio Flatiron, y está bien, el staff es majete, pero no hay ningún otro grupo. Eso implica que mi grupo y yo estamos solos como grupo juvenil hasta el 14 de julio que lleguen otros. Ellos están en clase, y yo dando tumbos. Ayer tuve la grande y brillante idea de bajarme a comprar algo de ropa... a las 9 de la mañana, con todo más cerrado que cerrado, como es normal. Pero bueno, el monitor - Noha - que tenemos es muy majete, y hasta ya me ha invitado a una fiesta para el 4 de julio, así que pinta bien el tema. Las actividades acaban prontísimo, a las 3 y media de la tarde, así que estamos haciendo actividades extras para ver más cosas y que la chavalada no se aburra o se pula la cuenta corriente de sus señores padres en el Abercrombie y demás.

El edificio de la escuela

Y bueno, las actividades por ahora han consistido en dar una vuelta por el centro (primer día) y zona de compras, el primer día; ir al San Francisco Museum of Modern Art, que tiene una colección permanente bastante curiosa, con obras de Matisse, Dalí, Miró, Rothko, Liechtenstein, Rauschemberg, Jasper Johns, Mario Mertz, etc.; y hoy patear Chinatown (metiéndonos incluso en un templo y en una fábrica de galletas de la suerte), North Beach (Zona italiana), llegando al pier 39 y la zona norte de la península, llegando por fin a ver Alcatraz y un poquiiiito del Golden Gate.

Jota haciendo entrada en Chinatown

Librería City Lights, lugar sacrosanto de los beatniks, fundada en 1953 por Lawrence Ferlinghetti.

Jota y La Roca.

Bueno, y por ahora tampoco he tenido grandes anécdotas graciosas o interesantes, la verdad... sólo decir que ya he tenido mi primer momento 'Madrileños por el mundo' de "¿y de que parte de Madrid eres?", así que no estoy solo en estos mundos de Dios... y poco más, la verdad. Estoy esperando que el finde pase algo más mejor, con las actividad, y por favor, con una cerveza, que se agradecería estar con alguien en un bar.

Hasta la próxima entrega (mañana, supongo)